miércoles, 15 de octubre de 2014

EN DEFENSA DE LAS FEMINISTAS


Por:  Haydée Méndez Illueca
Abogada

En días pasados me alegró mucho leer un artículo de Nelly Cumbrera donde (¡por fin!) se reconocía el mérito del movimiento feminista.  Y es que hay una tendencia a desacreditar y ridiculizar a las feministas, sobre todo de parte de grupos fundamentalistas y conservadores y de parte de aquellas iglesias que se resisten a vivir en el Siglo XXI.  Nos tildan de radicales, locas, “hembristas”, lesbianas, machorras, etc.  Por ello, me sorprendió mucho que se aprobara en Chile la legalización del aborto.  Parece que poco a poco se nos está dejando entrar a las latinoamericanas en el Siglo XXI, el llamado “Siglo de las Mujeres”, como en el resto de los países occidentales del mundo.

A diferencia de lo que afirmaba Aristóteles, todos comenzamos siendo hembras y no es sino a partir de la octava semana que comienza a darse una diferenciación sexual.  Esto es un hecho establecido por la biología desde el año de la pera, no algo novedoso que hayamos descubierto recientemente.  Sin embargo, se sigue insistiendo en que la mujer es una suerte de “varón defectuoso” y en la superioridad del llamado “sexo fuerte” y la sumisión de la mujer.

¿Qué es el feminismo?  No es más que la lucha por la equidad de género.  Es la lucha de las mujeres por tener iguales oportunidades que los hombres y que se les considere y se les respete como a los hombres.  No es una lucha contra los hombres, sino una lucha por la equidad, aunque respetando las diferencias.  Porque diferencias hay, y muchas.  Pero (como dicen los franceses), ¡viva la diferencia! 

No obstante, las mujeres hemos tenido que recurrir algunas veces a manifestaciones extremas para que nos hagan caso, como por ejemplo, quitarnos los sostenes y usarlos de bandera en los años sesenta.  Y quizás por ello nos hemos expuesto a las burlas y la ridiculización por parte de muchos hombres y algunas mujeres, que se resisten al cambio de paradigma e insisten en que las mujeres ocupen “su lugar” (que no es otro que el de una posición de inferioridad y sumisión con respecto al hombre).  Pero eso siempre lo hace cualquier grupo si no le hacen caso: llamar la atención de alguna forma, como cerrar calles.  A veces es la única forma de que les hagan caso, porque incomoda a las personas que se aferran al status quo.

Decirle “feminista” a alguien se convirtió casi en un insulto.  Incluso todavía hay muchas mujeres, sobre todo políticas y candidatas a puestos de elección, que niegan ser feministas, por miedo a perder votos.  Este fue el caso de una Presidenta de Costa Rica, que cuando era candidata decía “yo no soy feminista, pero sí creo en los derechos de las mujeres”, sin darse cuenta de que estaba pronunciando un oxímoron, porque nunca hubiera sido Presidenta si no hubiera sido por una feminista.  Felizmente, hoy hay muchas mujeres y muchos hombres solidarios que se declaran feministas, y a mucho orgullo, porque saben lo que la palabra significa.  Son hombres inteligentes, que comprenden que el machismo significa no aprovechar la productividad, la inteligencia y los conocimientos de la mitad de la población.  Y esto, por supuesto, retrasa el progreso de la sociedad.

Revisando viejos archivos tropecé con un escrito de autora desconocida que dice muchas verdades de a puño, que transcribo para reflexión de las y los lectores.

Agradéceselo a una feminista
Si eres mujer y...
·         Puedes votar, agradéceselo a una feminista.
·         Recibes igual salario al de un hombre por hacer el mismo trabajo, agradéceselo a una feminista.
·         Fuiste a la universidad en lugar de que se esperara que dejaras los estudios después del bachillerato para que tus hermanos pudieran estudiar pues "tú de todos modos simplemente vas a casarte", agradéceselo a una feminista.
·         Puedes solicitar cualquier empleo, no sólo un "trabajo para mujeres", agradéceselo a una feminista.
·         Puedes recibir y brindar información sobre control de la fertilidad sin ir a la cárcel por ello, agradéceselo a una feminista.
·         Es mujer tu médica, abogada, pastora, jueza o legisladora, agradéceselo a una feminista.
·         Practicas un deporte profesional, agradéceselo a una feminista.
·         Puedes usar pantalones sin ser excomulgada de tu iglesia o sacada del pueblo, agradéceselo a una feminista.
·         A tu jefe le está prohibido presionarte a que te acuestes con él, agradéceselo a una feminista.
·         Eres violada pero el juicio no se trata sobre el largo de tu vestido o tus novios anteriores, agradéceselo a una feminista.
·         Inicias un pequeño negocio y puedes obtener un préstamo usando sólo tu nombre y tus antecedentes de crédito, agradéceselo a una feminista.
·         Estás bajo juicio y se te permite testificar en tu propia defensa, agradéceselo a una feminista.
·         Posees propiedad que es únicamente tuya, agradéceselo a una feminista.
·         Tienes derecho a tu propio salario aun si estás casada o hay un hombre en tu familia, agradéceselo a una feminista.
·         Obtienes la custodia de tus hijas e hijos tras un divorcio o una separación, agradéceselo a una feminista.
·         Votaste por quien creíste mejor, sin que nadie te dijera por quién, agradéceselo a una feminista.
·         Tienes voz en cómo criar y cuidar a tus hijas e hijos en lugar de que les controle completamente tu esposo o su padre, agradéceselo a una feminista.
·         Tu marido te golpea y esto es ilegal y la policía lo detiene en vez de sermonearte sobre cómo ser una mejor esposa, agradéceselo a una feminista.
·         Se te otorga un título después de ir a la universidad, en lugar de un certificado de haber completado los estudios, agradéceselo a una feminista.
·         Puedes amamantar a tu bebé discretamente en un lugar público y no ser arrestada por ello, agradéceselo a una feminista.
·         Te casas y tus derechos humanos civiles no desaparecen dentro de los derechos de tu esposo, agradéceselo a una feminista.
·         tienes el derecho a rehusar tener relaciones sexuales con tu esposo enfermo [o sano], agradéceselo a una feminista.
·         Tienes derecho a que tus registros médicos confidenciales no sean divulgados a los hombres de tu familia, agradéceselo a una feminista.
·         Tienes derecho a leer los libros que desees, agradéceselo a una feminista.
·         Puedes testificar en la corte sobre crímenes o daños que tu esposo haya cometido, agradéceselo a una feminista.
·         Puedes escoger ser madre o no cuando tú quieras y no según los dictados de un esposo o un violador, agradéceselo a una feminista.
·         Puedes esperar vivir hasta los 80 años [o más] en vez de morir entre los 20 y 30 a causa de embarazos ilimitados, agradéceselo a una feminista.
·         Puedes verte como una humana adulta plena, y no como una menor de edad que necesita ser controlada por un hombre, agradéceselo a una feminista.