Por: Haydée Méndez Illueca
Abogada
En
días pasados me alegró mucho leer un artículo de Nelly Cumbrera donde (¡por
fin!) se reconocía el mérito del movimiento feminista. Y es que hay una tendencia a desacreditar y
ridiculizar a las feministas, sobre todo de parte de grupos fundamentalistas y conservadores
y de parte de aquellas iglesias que se resisten a vivir en el Siglo XXI. Nos tildan de radicales, locas, “hembristas”,
lesbianas, machorras, etc. Por ello, me
sorprendió mucho que se aprobara en Chile la legalización del aborto. Parece que poco a poco se nos está dejando
entrar a las latinoamericanas en el Siglo XXI, el llamado “Siglo de las
Mujeres”, como en el resto de los países occidentales del mundo.
A diferencia de lo que afirmaba Aristóteles, todos comenzamos
siendo hembras y no es sino a partir de la octava semana que comienza a darse
una diferenciación sexual. Esto es un
hecho establecido por la biología desde el año de la pera, no algo novedoso que
hayamos descubierto recientemente. Sin
embargo, se sigue insistiendo en que la mujer es una suerte de “varón
defectuoso” y en la superioridad del llamado “sexo fuerte” y la sumisión de la
mujer.
¿Qué
es el feminismo? No es más que la lucha
por la equidad de género. Es la lucha de
las mujeres por tener iguales oportunidades que los hombres y que se les
considere y se les respete como a los hombres.
No es una lucha contra los
hombres, sino una lucha por la equidad, aunque respetando las diferencias. Porque diferencias hay, y muchas. Pero (como dicen los franceses), ¡viva la
diferencia!
No
obstante, las mujeres hemos tenido que recurrir algunas veces a manifestaciones
extremas para que nos hagan caso, como por ejemplo, quitarnos los sostenes y
usarlos de bandera en los años sesenta. Y
quizás por ello nos hemos expuesto a las burlas y la ridiculización por parte de
muchos hombres y algunas mujeres, que se resisten al cambio de paradigma e
insisten en que las mujeres ocupen “su lugar” (que no es otro que el de una
posición de inferioridad y sumisión con respecto al hombre). Pero eso siempre lo hace cualquier grupo si
no le hacen caso: llamar la atención de alguna forma, como cerrar calles. A veces es la única forma de que les hagan
caso, porque incomoda a las personas que se aferran al status quo.
Decirle
“feminista” a alguien se convirtió casi en un insulto. Incluso todavía hay muchas mujeres, sobre
todo políticas y candidatas a puestos de elección, que niegan ser feministas,
por miedo a perder votos. Este fue el
caso de una Presidenta de Costa Rica, que cuando era candidata decía “yo no soy
feminista, pero sí creo en los derechos de las mujeres”, sin darse cuenta de
que estaba pronunciando un oxímoron, porque nunca hubiera sido Presidenta si no
hubiera sido por una feminista. Felizmente,
hoy hay muchas mujeres y muchos hombres solidarios que se declaran feministas, y
a mucho orgullo, porque saben lo que la palabra significa. Son hombres inteligentes, que comprenden que
el machismo significa no aprovechar la productividad, la inteligencia y los
conocimientos de la mitad de la población.
Y esto, por supuesto, retrasa el progreso de la sociedad.
Revisando
viejos archivos tropecé con un escrito de autora desconocida que dice muchas
verdades de a puño, que transcribo para reflexión de las y los lectores.
Agradéceselo
a una feminista
Si eres mujer y...
·
Puedes votar, agradéceselo
a una feminista.
·
Recibes igual salario al de un hombre por hacer el mismo trabajo, agradéceselo a una feminista.
·
Fuiste a la universidad en lugar de que se esperara que dejaras
los estudios después del bachillerato para que tus hermanos pudieran estudiar
pues "tú de todos modos simplemente vas a casarte", agradéceselo a una feminista.
·
Puedes solicitar cualquier empleo, no sólo un "trabajo para
mujeres", agradéceselo a una
feminista.
·
Puedes recibir y brindar información sobre control de la
fertilidad sin ir a la cárcel por ello, agradéceselo
a una feminista.
·
Es mujer tu médica, abogada, pastora, jueza o legisladora, agradéceselo a una feminista.
·
Practicas un deporte profesional, agradéceselo a una feminista.
·
Puedes usar pantalones sin ser excomulgada de tu iglesia o sacada
del pueblo, agradéceselo a una feminista.
·
A tu jefe le está prohibido presionarte a que te acuestes con él, agradéceselo a una feminista.
·
Eres violada pero el juicio no se trata sobre el largo de tu
vestido o tus novios anteriores, agradéceselo
a una feminista.
·
Inicias un pequeño negocio y puedes obtener un préstamo usando
sólo tu nombre y tus antecedentes de crédito, agradéceselo a una feminista.
·
Estás bajo juicio y se te permite testificar en tu propia defensa,
agradéceselo a una feminista.
·
Posees propiedad que es únicamente tuya, agradéceselo a una feminista.
·
Tienes derecho a tu propio salario aun si estás casada o hay un
hombre en tu familia, agradéceselo a una
feminista.
·
Obtienes la custodia de tus hijas e hijos tras un divorcio o una
separación, agradéceselo a una feminista.
·
Votaste por quien creíste mejor, sin que nadie te dijera por
quién, agradéceselo a una feminista.
·
Tienes voz en cómo criar y cuidar a tus hijas e hijos en lugar de
que les controle completamente tu esposo o su padre, agradéceselo a una feminista.
·
Tu marido te golpea y esto es ilegal y la policía lo detiene en
vez de sermonearte sobre cómo ser una mejor esposa, agradéceselo a una feminista.
·
Se te otorga un título después de ir a la universidad, en lugar de
un certificado de haber completado los estudios, agradéceselo a una feminista.
·
Puedes amamantar a tu bebé discretamente en un lugar público y no
ser arrestada por ello, agradéceselo a
una feminista.
·
Te casas y tus derechos humanos civiles no desaparecen dentro de
los derechos de tu esposo, agradéceselo
a una feminista.
·
tienes el derecho a rehusar tener relaciones sexuales con tu
esposo enfermo [o sano], agradéceselo a
una feminista.
·
Tienes derecho a que tus registros médicos confidenciales no sean
divulgados a los hombres de tu familia, agradéceselo
a una feminista.
·
Tienes derecho a leer los libros que desees, agradéceselo a una feminista.
·
Puedes testificar en la corte sobre crímenes o daños que tu esposo
haya cometido, agradéceselo a una
feminista.
·
Puedes escoger ser madre o no cuando tú quieras y no según los
dictados de un esposo o un violador, agradéceselo
a una feminista.
·
Puedes esperar vivir hasta los 80 años [o más] en vez de morir
entre los 20 y 30 a
causa de embarazos ilimitados, agradéceselo
a una feminista.
·
Puedes verte como una humana adulta plena, y no como una menor de
edad que necesita ser controlada por un hombre, agradéceselo a una feminista.
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